Si estás aquí, probablemente ya te hayas preguntado alguna vez: “¡J****! ¿Necesito un psicólogo?”. No te preocupes, no eres el primero ni el último en dudarlo.
Vamos a dejarlo claro: ir al psicólogo no es para “locos” ni para gente que “no sabe gestionar su vida”. Es para cualquier persona que quiere dejar de sentirse atrapada en su propia cabeza y empezar a vivir mejor.
1. ¿Cuándo deberías planteártelo?
Si estás en una de estas situaciones, igual es momento de dar el paso:
- Tu ansiedad está ganando la partida. Te levantas con una bola en el estómago y te acuestas con la mente en bucle. Bienvenido/a al maravilloso mundo de la ansiedad crónica. Pero, tranqui, se puede gestionar.
- La tristeza no se va ni con tus pelis favoritas. Si llevas semanas (o meses) sintiéndote como un zombi emocional, algo no está bien.
- Los problemas no desaparecen con el tiempo. Si llevas años arrastrando el mismo tema y sigues esperando un milagro, igual es hora de cambiar de estrategia.
- Tu cabeza es un campo de batalla. Si sientes que tu mente es un torbellino de dudas, culpas y pensamientos repetitivos, mejor poner orden antes de que se convierta en un caos mayor.
- Has pasado por una pérdida importante. Y no solo hablamos de muerte: una ruptura, un despido o cualquier cambio importante también cuentan.
Si te identificas con uno o varios de estos puntos, ya tienes la respuesta.
2. ¿Ir al psicólogo es para ti?
Muchos piensan que solo deben ir a terapia si están al borde del colapso. Error.
Tener un psicólogo en Barcelona u online (por ejemplo con un servidor) es como tener un entrenador personal para tu cabeza. No esperas a estar lesionado para ir al ‘fisio’, ¿verdad? Pues con la salud mental pasa lo mismo.
Terapia significa aprender herramientas, desbloquear cosas que llevas años arrastrando y dejar de autosabotearte. No es magia, pero ayuda, y mucho.
3. ¿Psicólogo presencial en Barcelona u online?
Hoy en día puedes elegir lo que mejor te venga:
- Presencial: si necesitas salir de casa, cambiar de entorno y hablar cara a cara.
- Online: si quieres comodidad, flexibilidad y ahorrarte desplazamientos por la ciudad.
Ambas opciones funcionan, de verdad. Yo antes de empezar a ofrecer terapia también tenía mis reticencias con el modo online, cabe decir que tanto yo como mis pacientes nos sentimos cómodos y somos capaces de generar el mismo vínculo y clima de confianza. La clave está en dar el paso y probar.
4. ¿Cuándo NO necesitas un psicólogo?
Sería raro que un psicólogo te diga esto, pero aquí va: no todo el mundo necesita terapia. Si tienes un mal día o una mala racha pero sabes gestionarlo y sigues funcionando bien, no pasa nada. La clave siempre es entender “¿hasta qué punto X síntoma o situación interfiere en mi vida diaria?”.
Ahora bien, si esas “rachas” ya son meses y afectan a tu vida diaria, entonces sí, es momento de hacer algo.
5. ¿Qué hacer ahora?
Si todo esto te ha resonado y estás en Barcelona (o me ves desde fuera y te apetece de manera online), podemos trabajar juntos. No improviso, no doy charlas vacías y trabajo con estrategias probadas.
Si quieres dejar de darle vueltas y ponerte manos a la obra, escríbeme y lo hablamos. No pierdes nada, pero puedes ganar mucho.
Autor: Aitor Pérez Ojeda. Fecha: 22/02/2025